El profesor marchando
también está educando.
Mi mamá apagó el
despertador para que yo no fuera a marchar, tiene miedo de que me pase algo
malo, por el caso Avilés anda asustada. Yo quería ir, me aprendí algunos
gritos, tenía listo mi polerón rojo y mis pantalones negros, pero parece que
voy a volver al amarillo patito y al calipso, no alcanzo a llegar a la
manifestación.
Vamos los blogueros hay
que opinar con más empeño.
Como me quedé dormido,
apoyé al movimiento social vía Facebook. Le di like a todas las fotos que subía
la gente marchando, por ejemplo, eso es apoyar el movimiento, ¿o no?
Lo que me inquieta es
que me piden la opinión y yo no he podido leer mucho sobre el proyecto de
carrera docente que propone el gobierno. He estado muy ocupado, hoy fui a la
tetería con mi amigo Enzo, hablamos de los estrenos que llegaron al cine, de
las posibilidades de Chile en la copa américa, de los singles de Joy Division,
cuál es mejor, Atmosphere o Love will tear us apart, pero no se llegó a ninguna
conclusión satisfactoria.
Como se puede ver, no
tengo tiempo para nada: Ni revisar el proyecto de reforma ni tapar las goteras
del techo, como quiere mi madre. Sin tetería yo no soy nada y la tetería está
consumiendo toda mi vida, hay muchos temas que zanjar.
Salimos a la calle
nuevamente, Shakespeare no se vende se defiende.
Estoy planificando la
unidad de drama, lo malo es que lo mío es la comedia. En específico, el chiste
corto. Para acotar más el tema, el chiste gallego.
-Hola Manolo.
-¿Qué pasa Paco?
-¿Qué hora
tenéis?
-Las diez menos
diez.
-Entonces, no
tenéis nada, tío.
A
Shakespeare le hace falta más de eso, Romeo contando chistes gallegos a Julieta
para seducirla en el balcón, eso se vería cool. Cómo puede ser considerado
maestro en su disciplina un autor que no utiliza chistes gallegos como recurso
artístico, no entiendo, detengan el mundo que me quiero bajar.
Romeo
y Julieta no me está gustando, no he podido terminarla porque me aburre en
demasía. Tengo que hacer un control de lectura de la obra y yo creo que la
prueba se va a reducir a completar oraciones tipo: “Romeo, Romeo, dónde estás
que no te…”.
Más
Pac-Man menos represión.
Tengo
la certeza que los Giocos sería un buen espacio para hacer clases. Este lugar
es el último bastión de la vanguardia penquista, un local que dispone de todo
lo que un ser humano necesita, café, flipper y un Pac-Man. También, creo que
tienen el Space Invaders.
El
punto es que se debe lograr enseñar gramática a través del Pac-Man y
vocabulario, en el flipper o algún otro juego. De esta manera, las cosas que
cuesta enseñar, debido a que los estudiantes se aburren, en este contexto
pueden resultar las materias más atractivas, un evento deseado por los alumnos.
Mi
propuesta para una reforma educacional es llevar el Pac-Man y el fliper al aula
o trasladar a los niños a los Giocos, pero una sala de clases llena de mesas y
sillas ya no se justifica, no tiene sentido.